Mientras sudábai la gota gorda con algún son cuequero, pachanguero o trasher, o bien, empinábai el codo en una mesita con mantel cuadrillé rojo y sillas de jardín infantil, había gente que no lo pasaba tan bien como tú. Listeilor les rinde un homenaje a aquellos chilenos que voluntaria o forzosamente fueron premiados con un turno de trabajo en jornadas dieciocheras o sobrevivieron al eterno acto oficial del colegio de los niños.
#10. Niños que acompañaron a sus papás a ver la Parada Militar
Hacer creer que los niños ‘acompañan’ a ver la Parada Militar es bastante ingenuo de nuestra parte, considerando que la gran mayoría de los infantes fue tomado de una oreja por sus papás para esperar el desfile en honor a las “Glorias del Ejército de Chile”, bajo un sol inclemente quemando la epidermis de la nuca y la mirada petrificada de autoridades empaquetadas en ternos y trajes de dos piezas.
Esperamos de corazón que los regalones de la familia se hayan devuelto a casa, al menos, tomando un Piña Doble como recompensa.
#9. Cobradores de peaje
Verdadera especie en peligro de extinción por la masificación de los omnipresentes (y sin derecho a sindicalización) portales TAG en autopistas urbanas y carreteras nacionales, el cobrador de peaje es testigo del éxodo de chilenos que escapan de sus ciudades con camas y petacas (más petacas que camas) apenas salen del último día de pega y luego vuelven derrotados con el hígado en la mano como el Sagrado Corazón de Jesús y cargando con la inevitable angustia de volver a la rutina.
Los cobradores de peaje son testigos de la euforia del inicio de Fiestas Patrias y de la desesperación generada por el feroz taco en el que se enfrascan automovilistas frustrados por regresar, pero sin haber estado en ninguno de los dos extremos. Esto es conocido popularmente (sólo por mí) como el ‘Síndrome Melipilla’.
#8. Paramédicos
Existe un momento mágico en nuestras vidas en el que creemos ser capaces de volar, noquear a algún borracho odioso y enamorar a mujeres/hombres por kilos sólo con nuestro desplante escénico. Ese momento es en realidad la magia traidora del alcohol. Un espejismo que se fabrica en nuestras mentes y si esto ocurre mientras se desgastan en una fonda con equipo de urgencia, entonces al romperse el caracho contra el suelo, recibir el combo final de ese (otro) borracho odioso o comerse una certera cachetada por picaflor, llegará gente profesional (y sobria) que los atenderán y derivarán al centro médico más cercano.
Ellos no lo pasan bien, pero la plata mueve motañas, así que les tocó (por cachipún o Excel) bancarse el turno de Fiestas Patrias: mientras los comensales se atragantan con perniles y chicha de San Javier, ellos resisten como hidalgos Guerreros de Terracota las tentaciones de los manjares dieciocheros.
Un homenaje a ellos.
#7. Tías(os) del aseo
Bancarse las descargas de estómagos putrefactos en baños químicos no es fácil, sobre todo si el “su propina es mi sueldo” es su único alivio.
#6. Conserjes
Podrán quedarse dormidos a la una de madrugada de brazos cruzados y con la tele encendida, pero siempre están ahí. Despiertan cuando llegan los invitados del 303 con las Promos o los papás de la chica del 405, que vinieron a verla después de mamarse un taco kilométrico en la 5 Sur. Los conserjes también son los que pegan en el ascensor un anuncio redactado en Word avisando que van a cortar el agua porque se pitiaron el alcantarillado unas cuadras más allá. Si tienen suerte, también velarán por la correcta decoración del hall con guirnaldas patriotas y la clásica cinta con banderas chilenas (o de Texas, si se lo cagan en la tienda).
Ojalá le haya llegado algún anticucho o empanada caldúa.
#5. Nanas puertas adentro
En celebraciones familiares como Fiestas Patrias salen a la luz las extrañas relaciones laborales-afectivas que se tejen en torno a ciertas nanas puertas adentro con sus familias patronas: turnos de prolongada (y cuestionable) extensión, desiguales negociaciones de días festivos y sueldos enredados con afectos forjados en casas ajenas. Nanas que deben quedarse para Fiestas Patrias porque el patrón ni siquiera entiende lo que es la técnica del ‘maricón‘ en la parilla, o peor aún, no hay quién sepa la receta de la ensalada a la tchilena que a los niños tanto les gusta.
#4. Camarógrafos del Te Deum
Hay eventos a los que no asistiríamos ni amarrados, pero hay gente que no se salva. El Te Deum católico (y el evangélico, una semana antes) podrá ser una lata, pero camarógrafos (y el equipo televisivo completo) deben estar operativos e impecables, justamente la mañana del 18 en la Catedral de Santiago para llevar a nuestros hogares la transmisión en directo de tan importante evento.
Otra cosa es que si nosotros decidimos encender la tele a esa hora. Y ese día.
#3. Organizadores de la Fonda Cumbre del Rock Chileno
Cresta que la pasaron mal con el saqueo a manos de antisociales/desconocidos/turba (según quién dé la noticia) la madrugada del 19 en la Fonda Cumbre del Rock Chileno en el Parque O’higgins. Para peor, unos días después se les llovió la cocina.
#2. Veganos (y animalistas)
Septiembre es sinónimo de asado y a los veganos eso les viene como patada en la guata. Si le sumamos a este dolor de estómago las jornadas de rodeo con motivo de las celebraciones, entonces la patada es triple. De hecho, se ha vuelto común encontrarse con noticias de ‘saltos al rodeo‘ (interrupciones de corridas de rodeo con despliegue de lienzos animalistas o veganos) como el último en Alto Hospicio (?) o la de hace tres años, recordada por el indigno laceo de una manifestante de 17 años.
La otra opción para pasar septiembre han sido las fondas veganas con el malogrado tofu y la soya como comodines para reemplazar cualquier tipo de carne, o como se vio este año, de la primera fonda vegetariana, vegana… y terapéutica.
#1. Choferes
No sólo lo pasan mal en Fiestas Patrias, sino en cada celebración nacional: lejos de los suyos en la calurosa noche de Navidad o manejando el tarro mientras observan de reojo los fuegos artificiales de Año Nuevo en el sucio reflejo de su retrovisor, o bien, acarreando borrachos en los paraderos en las largas jornadas dieciocheras.
Homenaje rendimos a los choferes que gastan de noche el asfalto en las principales arterias de la ciudad cuando el carrete se apaga y es hora de regresar a casa. En el caso de Santiago, a los de la 210 (nada más suicida que recorrer Vicuña Mackenna a las 4am cuando se vacían las discos de Bellavista), los bravos de la 105 que cruzan General Velásquez, la 201 en la Gran Avenida y los carn’e perro de Santa Rosa.
Sobre el autor, @aquiestaene
aqjajajaj, huena lista pero los Camarógrafos del Te Deum la llevan!!
“huena” Aca se dice “Wena”
recuerdo hace años atrás al leer uno de los pocos ejemplares del suplemento (que no duro mucho) del diario la tercera “el sacrificio” en que concluían que las 3 weás más fomes que uen que un chileno podía gastar su tiempo eran: ver el discurso del 21 de mayo, escuchar el nuevo disco de ricardo arjona y ver la parada militar
“El sacrificio” OHHH Recuerdos! Pero era mejor cuando se llamaba “Virtualia”, ahí era mucho mejor, pero tenía que llegar COPESA a arruinarlo todo, ellos dejaron morir esa comunidad.
OK, pero sobre el tema… podrían poner un bonustrack sobre aquellos estudiantes a los que les pusieron una prueba o la entrega de un trabajo justo para la vuelta de las fiestas. Recuerdo que me dieron un trabajo justo antes de salir de vacaciones cuando estaba en la media y la entrega era para la vuelta. Nunca perdoné a esa profesora.
yo soy vegetariano y lo pase la raja
les falto en la lista a los pacos, fuera de webeo trabajan para esta fechas y tienen que aguantar a wnes jugosos y tratar de mantener el ambiente “limpio” de flaites y cosas asi…
Aquì un vegan, en mi caso se aplica lo que dicen en la lista, p*ta que me apesta esta fiesta ql.
Te faltó los trabajadores de bombas de bencina, se maman la caravana de autos con conductores deseosos de llenar su estanque.
Y los Bomberos??????…..Estar de turno y vivir viendo giles que se hicieron pelota por manejar como botón de oro, en estas fiestas???
Nah, los choferes urbanos no tienen taaanto drama en Fiestas Patrias.
Te encargo ser chofer interurbano en cualquier celebración. En especial hacer viajes de Santiago a Valparaíso en año nuevo.
Amigo, hay una gran diferencia entre ser vegano/vegetariano y ser un activista por los derechos animales. No es la misma cosa. Hay algunos veganos/vegetarianos a los que nos importa una $%#”! si los demás quieren alimentarse de comida tóxica y cancerígena y quienes sólo velamos por nuestro propio bienestar. Esto se lo digo también a los veganos: lo que hagan los demás es cosa de ellos. ¿Qué es esa enfermedad de andar preocupándose de lo que hace la otra gente? En cuanto al tema de la comida, te puedo asegurar que la comida vegana es exquisita y no tiene nada que envidiarle en sabor ni en aportes alimenticios a los asados. Además del “malogrado tofu” existen alimentos como el seitán, la yuba y las hamburguesas de soya entre otras cosas.
Y los pacos que tienen que controlar el transito y a las personas que manejan sin licencia de conducir,,, ellos si que las pasan mal.
hacer especial mencion al tio de la botilleria, ese la pasa mal todo el año. Aparte de que no puede disfrutar un 18 o un año nuevo, tampoco de algo tan comun como un fin de semana largo o un simple fin de semana comun y corriente.
No se olviden los mineros de Chuquicamata, que hacen el sueldo de Chile